Es un hecho que la administración pública no tiene los recursos ni la diligencia para acometer muchos de los desempeños que requiere. Es por ello que se creó la figura de la contratación pública para que, por medio de empresas privadas, pudiera desarrollarlos. Es lo que se conoce comúnmente como colaboraciones público-privadas.
En sus inicios, las administraciones públicas hacían contratos atractivos que hacían que las empresas obtuviesen una rentabilidad bastante oportuna, de manera que las empresas concursaban con proyectos muy competitivos para adjudicarse dichos contratos.
El fin de las empresas privadas es el ánimo de lucro y este modelo de contratos hacía que muchas empresas se dedicaran en exclusiva a estas colaboraciones o contratos de servicios.
El caso es que la administración pública se ha ido profesionalizando en el caso de grandes administraciones o asesorando bien en casos de pequeños municipios y han ido ajustando cada vez más estos contratos hasta llegar al punto de que en la actualidad se quedan miles de concursos desiertos. La administración pública ya no quiere que las empresas se lucren “tanto” con sus recursos y en sus pliegos exigen cada vez unas condiciones más estrictas que hacen que al sector privado en muchas ocasiones no les genere ni siquiera beneficio.
Hemos llegado a tal punto en la actualidad que el hecho de que un contrato dé beneficios pueda depender de que un trabajador se dé de baja o no. Además de esto, en muchos casos la supervisión y exigencias durante la vigencia del contrato hace que, aunque dé pocos beneficios, a las empresas privadas no les merezca la pena tal esfuerzo.
Llegados a este punto, podríamos pensar: ¿realmente son “colaboraciones” público-privadas? Porque de colaboraciones tienen bien poco. Cuando la administración pública empiece a comprender que depende del sector privado comenzarán a mejorar las cosas para todos: para los ciudadanos que obtienen el servicio, para los trabajadores que mejoran sus condiciones, para las empresas privadas que obtienen su rentabilidad y para dicha administración que obtiene un mejor servicio.