Es triste, y lo triste es que es muy habitual, ver como muchas empresas tienen en su sistema establecida la política del miedo: miedo a los jefes, miedo a equivocarse, miedo a decir algo que no se debe… Este miedo es contraproducente tanto para la empresa como para el trabajador.

En estas empresas de jerarquía clásica los jefes son los que saben porque para eso son jefes, y ningún subordinado puede aportar o apuntar nada, ya que ellos están para acatar y no para pensar. Este modus operandi va mermando el potencial de muchos trabajadores que por miedo no innovan, no aportan y por ende no crecen…

Generalmente este perfil de jefes sólo perciben (y quieren percibir) alabanzas, ya que no encajan críticas a su buen trabajo. Generalmente también cuando algo falla en el sistema, cuando los resultados económicos o de campaña no son los esperados el error es de los demás, de algún subordinado que no habrá hecho bien su trabajo…

Como hemos comentado, es triste ver que son muchas las empresas que siguen esta política, grandes empresas del mundo del fitness. Es un hecho que todos nos equivocamos, jefes y trabajadores y de los errores se aprende y se mejora. Un trabajador motivado puede ver cosas que al jefe se le escapan, puede solucionar problemas que su superior no pueda, y un largo etc., Y por el contrario, un jefe que acepte las críticas igual que las alabanzas, probablemente sea más productivo, corrija sus errores y mejore personal y laboralmente.

Desde Gestionafitness proponemos modelos más participativos y menos jerárquicos, modelos sin miedo a decir lo que se piensa. Cuando todos aportan el producto es exponencialmente mejor.